Hay rincones mágicos en el mundo y sin duda, Lanzarote es uno de ellos.
Es la isla más septentrional y oriental de las islas del archipiélago canario. Su nombre procede del marino genovés Lanceloto Malocello, quien la visitó en el siglo XIV.
Tiene algo muy especial y es que es una isla donde la naturaleza y el arte van de la mano gracias a artistas, escultores y pintores como César Manrique que crearon espacios perfectamente integrados en el entorno natural. Desde generaciones, Lanzarote es un lugar muy cuidado por sus habitantes y tiene una gastronomía muy particular que sabe a mar.
La “Isla de los 100 volcanes” tiene una diversidad de paisajes insólitos muy singulares en forma y belleza creados gracias a la fusión de lava y mar que hacen que uno se transporte a otro planeta en una combinación perfecta de volcanes y espectaculares playas y pequeñas calas de arena dorada y aguas transparentes que gozan de una temperatura media anual de 22 grados lo que convierte a la isla en el lugar ideal para la práctica de toda clase de deportes al aire libre y deportes acuáticos.
En Lanzarote podremos encontrar desde las zonas turísticas más bulliciosas hasta la calma más absoluta. Lanzarote es un destino único, con una esencia propia y un paraíso de patrimonio natural, playas espectaculares y pueblos con muchísimo encanto.